Maestros navegan por un mar de retos

Por: Chelsea N. Dávila Semidey

El trabajo de los maestros en Puerto Rico se ha vuelto un desafío que ha empeorado con el pasar del tiempo. Los retos laborales afectan su vida familiar, salud y el desempeño en el salón de clases, perjudicando el aprendizaje de la juventud del país.

La mayoría conoce al maestro en su rol en el salón de clases, pero pocos saben que los retos comienzan desde su primer año el trabajo en el Departamento de Educación. En primer lugar, inician como empleado transitorio lo que implica que podrían recibir su primer cheque meses después de haber comenzado a brindar sus servicios. “Algunas veces me contrataban en octubre y mi primer cheque llegaba en enero”, dijo la profesora de matemáticas de escuela secundaria Eneris Castro. Para atajar la inestabilidad laboral el Departamento de Educación concedió recientemente la permanencia a casi un millar de docentes.

Las condiciones laborales desalientan que los maestros sigan en esta carrera. Uno de los disuasivos para la retención del talento fue el colapso del sistema de retiro en 2022. Muchos maestros perdieron su derecho de tener un retiro vitalicio, ya que ese dinero terminará en una cuenta 401k que el gobierno determinó. En consecuencia, al momento de su vejez, los docentes solo contarán con el dinero que se acumule en esa cuenta para subsistir en su vejez.

Por otro lado, la infraestructura de las escuelas se encuentra en un estado crítico desde hace años. Tras el huracán María en 2017 y los terremotos del 2020 los planteles se encuentran en constante construcción, resultando en ajustes que indudablemente afectan el proceso enseñanza-aprendizaje. Combinado con los problemas con el sistema eléctrico y la infraestructura de internet tanto el maestro como el estudiante ha sufrido tanto física como psicológicamente, “A veces debíamos irnos al mediodía porque la lluvia inundaba la escuela y esto nos restaba tiempo para desarrollarnos en temas sumamente importantes”,dijo el estudiante Yamil Medina.

El calentamiento global también ha tocado al magisterio. En 2023 Puerto Rico experimento una ola de calor sin precedentes. Conforme contó la profesora Castro el calor era tan abrumador, que los maestros debían salir de su salón porque no se sentían bien y los maestros mayores con problemas respiratorios fueron afectados.Según una encuesta realizada por la Asociación de Maestros de Puerto Rico, más del 83 por ciento de los maestros expresó que no tienen aire acondicionado en su salón. Así mismo más del 35 por ciento de las escuelas no cuenta con una subestación eléctrica. El proyecto para instalar aires acondicionados en los planteles costaría más de $30 millones. Al momento de la publicación de este articulo el asunto no han sido atendidos por el Departamento de Educación.

Para Castro el sistema educativo y la calidad de vida de nuestros maestros y estudiantes se ha ido deteriorando con el pasar del tiempo como consecuencia de las decisiones del Gobierno que van en detrimento de su seguridad laboral. La maestra lamentó que se avecina un futuro lleno de insuficiencias y necesidades para el sistema público de enseñanza.

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