Los retos de convertirse en un jugador de voleibol profesional en Puerto Rico

Por: Sebastian Cyrus Chevres


“Días de fiesta con tu familia, no puede asistir porque tienes partido… los días de ‘party’ se acabaron porque tienes práctica”. Estas son las palabras de Pedro Cabrera, sobre algunos retos de ser un jugador de voleibol al nivel profesional en Puerto Rico

Pedro A. Cabrera Rivera; de Naranjito y egresado de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, empezó su carrera de voleibol a los 12 años. Actualmente, Cabrera es un jugador experimentado de 10 años al nivel más alto de voleibol en Puerto Rico. Él ha sido parte de la selección nacional de Puerto Rico que jugó en los juegos Centroamericanos 2014 y la Copa Mundial de Clubes 2015. Pero, aunque ha tenido una carrera exitosa, el #4 de los Cafeteros de Yauco, comenta que para llegar a este punto, “he sacrificado mucho. Hay mucha gente que piensa que jugar voleibol es simplemente llegar a una cancha y ya. Las personas solamente ven los partidos que transmiten por televisor”. Además de estar practicando 5 días a la semana, dice Cabrera que muchos jugadores tienen que hacer su rutina de trabajo, mientras están jugando y/o para el año completo. ¿Por qué, preguntas? Pues, aquí se ve otro obstáculo en el camino de ser un jugador profesional; los salarios.

Según un artículo publicado por la Federación Puertorriqueña de Voleibol, los salarios mensuales para la temporada 2018, eran entre $750 y $2000, dependiendo del nivel del jugador. Cabrera confirmó estos hechos y comentó que, “lamentablemente aquí en Puerto Rico, [los salarios de] un jugador de voleibol no le da para vivir solamente de voleibol”. Por resultado, el líbero está dedicado en este momento a dar clínicas de voleibol a niños pequeños, además de que tiene su propio negocio en su pueblo de Naranjito. Un articulo de www.sapling.com dice que el jugador normal puede ganar hasta $10,000 al mes en las ligas de Europa, que es una gran diferencia en comparación con la liga de Puerto Rico.

Comparación de salarios de jugadores de voleibol.

Siguiendo, el hombre de 29 años expresa que, en la isla, la competitividad tiene un papel en el reto ser un profesional también. “No por el hecho de que haya participado en la liga solamente una vez, significa que puedes jugar año tras año. Año tras año hay que competir contra dos o tres jugadores super bueno de tu posición”. No obstante, esa competitividad no vale este año, por resultado de que la liga superior masculino se canceló. “Más que, para mí, que llevo 10 años en la liga, yo pienso más en los jóvenes que están subiendo en las universidades y clubes, que no tienen ningún tipo de inspiración. La meta de cualquier jugador es poder jugar [al nivel] superior y representar a su país en una selección” dijo Cabrera sobre la cancelación de la liga este año. Uno de estos jóvenes puede ser visto como Manuel Pérez.

Manuel Pérez Núñez; de Bayamón y estudiante atleta de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, encuentra que la cancelación de la liga superior tendrá un gran impacto en la posibilidad de jugar al nivel profesional: “La liga aquí es cómo las redes sociales, eso es tu vehículo para darte a conocer. Eso es lo que te va a dar tu resume deportivo para que te llame un equipo de allá fuera”. Aunque Pérez no tiene esa oportunidad, actualmente es parte del equipo de su universidad que participa en la LAI. Él estudiante de 2do año, quiere ganar el campeonato con su equipo y “si puedo llevar MVP, fabuloso”. También aspira a jugar para la selección nacional de Puerto Rico, pero con ese deseo, hay algunos retos que ha enfrentado y entiende que hay más en el camino.

Cambiando de jugar baloncesto al voleibol a los 14 años, Pérez fue intimidado cuando entró por primera vez a la escena. Por ser el último en llegar y nuevo en el juego, sus compañeros trataron de hacerlo sentir inferior. “Si tú, mentalmente, no estás enfocado para eso, tienes que aprender a creer en el hecho de que siempre va a ver personas que van a hablar mal de ti”, comentó Pérez. Similar a Pedro Cabrera, Manuel piensa que un jugador no puede vivir con los salarios de la liga superior y que muchas atletas tienen que tener su trabajo aparte por el resto del año. Aunque es estudiante atleta, también trabaja, y dice que: “es un poco agotador y mucho sacrificio. A veces tu quieres mejorar un poco más…pues tienes que poner tiempo extra de tu parte y enfócate igual que en una clase. No solamente te afecta físicamente, pero también mentalmente y emocionalmente”. El jugador central y #4 de su equipo universitaria, entrena alrededor de tres horas al día, y de cuatro a cinco días en la semana.

A pesar de los retos, Pérez está enfocado en sus estudios y carrera universitaria, y acredita a su papá por su apoyo: “Él trató conmigo… mientras mas aparecieran las oportunidades pues que yo sigo desarrollándome y aprovechando”. Pérez, como Cabrera, tiene esperanza que la liga superior masculino volverá pronto y que puede cumplir su sueño de convertirse en un jugador de voleibol profesional, en Puerto Rico.

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